¡Ellos están invitados!

Manías de la edad contemporánea. (primera parte)




Las etiquetas, las putas etiquetas. Me ponen de los nervios. No sé, no puedo con ellas. Y, en realidad, soy el primero que cae en la tentación de ponerlas en todos los ámbitos de mi vida. Este es mi mejor amigo, esta es mi mejor amiga; mi novio, mi ex, mi rollo, mi amigo con derecho a roce; mi bar favorito, mi peli favorita, el mejor grupo de música.

Se nos ha educado en esa necesidad de clasificarlo todo. Lo bueno y lo malo están en estanterías diferentes, enfrentadas, y nosotros nos encontramos entre ambas, añadiendo más y más elementos a cada una de ellas. Esta manía de definirlo todo no acaba de convencerme, la verdad. Lo simplifica todo demasiado, y todo lo simple suele aburrirme.

En cualquier caso, no me veo capacitado para librarme del proceso de etiquetado diario, así, tan fácilmente. ¿Cómo hablar de algo sin ponerle, en nuestra mente al menos, un cartel con letras de neón? "El cabrón que me ha hecho tanto daño", o "la tía que me prometió una amistad eterna, y acabó defraudándome".

En el fondo, las etiquetas se las ponen en la frente todas aquellas cosas que nos rodean. Nuestro papel es el de elegir qué hacer con ellas: dejarlas puestas o quitarlas.

Si fuésemos capaces de dejar atrás todo ese caos de cartelitos, y nos fijásemos en lo que realmente importa, que es la persona en sí; si hiciéramos eso, ¿no nos iría mejor? Yo he empezado a hacerlo, y voy a intentar mantener esta actitud. Ya no pienso en mi último amor, ni me preocupo por lo que pueda pensar mi ex, ni me devano los sesos dudando de si mi vestimenta va a causar rechazo.

Sí, me da igual todo. A partir de ya, valoro las cosas por lo que me demuestran en cada momento, y no por el historial de sucesos que tengo de ellas.

Eso sí: cuando me jodan, cogeré una manta, escribiré en ella la palabra
GENTUZA y se la colgaré de los hombros, como si fuese una capa. Que, como dice mi madre, hombre prevenido vale por dos.

3 reacciones:

Kasa de Papel dijo...

He entrado a tu blog,por la pura kuriosidad, de saberkien me habia dado un golpe bajo!! pero me he llevado una grata sorpresa al deskubrir tu blog,k me ha encantado!
Tienes razon, kreo k las etiketas k nosotros mismos vamos pegando en nuestro diaro kaminar, no son mas k un distractor, con el k olvidamos a la persona k tenemos enfrente y solo centramos la atencion, en lo k bien llamas "historial de sucesos".. por lo tanto, espero k no me pegues una etiketa k diga.. "GENTUZA K NO ENTIENDE LO LEE" jajajaj!
Saludos y Felicidades por el Blog


alexander dijo...

me fascina la manera en como abordas un tema, sin miedos ni complejos, empiezas con ironia -una fina y casi imperceptible-; y, a los pocos segundos de lectura, ya has logrado captar la atencion de tus lectores, navegando, con gran pericia, cual pez en el agua.
Me gusta esta entrada. No tengo mucho que opinar sobre ello pues, segun mi opinion, ya lo dijiste todo -o casi, en cuanto lea la segunda parte-.
Un abrazo.


Violet dijo...

... Yo creo que es uno mismo quien se atribuye la etiqueta y por eso no somos capaces de no clasificarnos ... ejemplo: si yo te he quitado a tu novio yo misma me autoetyiqueto como la zorra roba novios ... y no eres tu el que la pone ... simplemente cambias el titulo de la etiqueta ...


 
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